Durante estos días hemos vivido experiencias muy diferentes
a las de nuestro día a día. Tenemos gran cantidad de anécdotas que os
contaremos en persona, pero aquí queríamos exponer algunos datos que se nos han
pasado por alto estos días, explicar algunas curiosidades, fotos o situaciones
diferentes a las que tenemos en Huesca.
La primera imagen es de la fachada del colegio, que no
habíamos enseñado hasta ahora.
Éste es el Danubio a su paso por Galati. A partir de este
punto comienza el delta del río.
En Rumanía no existen los euros. La moneda del país son los
lei.
Cuando solo hay uno se llama Leu y el plural es Lei.
1 euro = 4.40 lei, así que cuando cambiamos dinero el llegar
al país, nos dieron un montón de billetes.
Los alumnos del cole llevan uniforme (bueno, algunos de los
de la foto llevan el traje típico, porque ese día nos hicieron unos bailes) y
cuando alguien entra en la clase todos se levantan y saludan a la vez.
Los alumnos realizan
muchos trabajos manuales. Los que más nos han llamado la atención son los que
hacen con tiras finas de papel de colores.
Algunas pizarras del cole tienen cortinas.
Comen mucha sopa y pollo. Casi todos los días hemos comido
distintas recetas de estos alimentos.
Existen unas máscaras de seres
mitológicos con cuernos y pieles de animales que hemos encontrado en casi todas
las zonas que hemos visitado. Hasta en el cole trabajan con estos personajes.
Por la calle hay muchos perros sueltos.
Los coches son como los nuestros, pero nos ha llamado la
atención que hay un montón de Dacias.
Las señoras mayores llevan gorro o pañuelo en la cabeza.
Los autobuses funcionan con electricidad, igual que los
tranvías.
Por encima de las calles cuelgan gran cantidad de cables: de
la luz, del tranvía o de los autobuses eléctricos.
Es habitual ir adelantando por la carretera carros tirados
por caballos. (Lo que es difícil es hacerles fotos desde los autobuses...)
Hay carteles de Julio Iglesias por todas partes. Parece ser
que el artista está triunfando en este país. Todo el mundo lo conoce.
En un parque de Bucarest encontramos esta báscula, para
poder saber tu peso en mitad de la calle.
Pero son muchas más las cosas que nos unen que las que nos separan, y si algo tenemos en común, son las ganas de aprender, de disfrutar y de compartir más experiencias.
Han sido unos días inolvidables, rodeados de gente maravillosa que nos han hecho disfrutar y sentir como en nuestra propia casa.
¡Muchas gracias a todos!