domingo, 30 de septiembre de 2012

Polonia. Día 8. 29.09.2012


Anoche fue una noche especial, la última en tierras polacas. Los tres capitanes del barco consideramos que nuestros grumetes se habían merecido una noche así, que no olvidaran en mucho tiempo. La empezamos con una cena conjunta con algunas maestras del colegio de Zawiercie a modo de despedida y la continuamos en el hotel, en la suite (jeje) preparando los bocadillos del día siguiente con ese rico jamón serrano español que nos llevamos en la maleta por si en algún momento nos entraba el hambre y la morriña. Preparamos unos suculentos bocadillos (nada comparables a los del bar de Jorge) de pan con tomate y jamón y después analizamos y reflexionamos un poco sobre esta maravillosa experiencia que seguro dejará huella en nuestras vidas. Como símbolo de este viaje les entregamos a todos un peluche del dragón de Cracovia para que cada vez que lo veamos recordemos todas las vivencias de este viaje.


 

Hemos descansado poco, había que madrugar para cerrar las maletas y prepararnos porque el autobús nos ha venido a buscar a las 8.30 para ir al aeropuerto. Renata e Iwona han venido a despedirnos, una vez más tan pendientes de nosotros. En el aeropuerto, los trámites habituales, nos han dejado pasar en “priority” para que no perdiéramos a ningún niño! Hemos hecho escala en Milán y nos ha servido para degustar los maravillosos bocadillos de jamón y poco después hemos cogido nuestro último vuelo con destino: Barcelona.







Tras dos horas  de vuelo y unas cuantas turbulencias hemos aterrizado en el aeropuerto del Prat, allí nos esperaba nuestra comitiva especial: las familias de estos niños y niñas con pancartas y cánticos de recibimiento, se notaba que nos echaban de menos. Se agradece un momento así después de una semana fuera de casa.


 

 De camino a Huesca hemos parado en el área de servicio de La Panadella para compartir nuestro último momento juntos, echándonos unas risas recordando anécdotas y situaciones especiales de este gran viaje. Esperamos que para todos vosotros: Carmen, Jara, Ángela, Fer, Pablo y Mateo, este viaje haya sido tan especial como para nosotros: Luis, Sito y Estela. Como ya os dijimos anoche, que cada vez que miréis al dragón de peluche os acordéis de todo lo que hemos vivido estos días en Polonia con esa maravillosa gente de allí y de Hungría. Ya no somos 3 países que comparten un Comenius, ahora somos un grupo de amigos que tiene muchas ganas de volver a encontrarse. 

Y para terminar, queríamos daros las gracias a todos por seguirnos estos días: padres y madres, hermanos y hermanas, maestros del cole, alumnos y alumnas de todos los niveles, familias en general, compañeros y compañeras que nos habéis sustituido, amigos y amigas. Se agradece cuando se está tan lejos de casa recibir comentarios de ánimo, de agradecimiento, de alegría, de fuerza. ¡¡¡¡GRACIAS A TODOS por dejarnos hacer este sueño realidad!!!!

Os esperamos a tod@s en marzo disfrutando del viaje a Hungría.

Polonia. Día 8. Curso de idiomas para foranos.

Aquí llega la última entrega (de momento) de nuestros maravillosos cursos de idiomas. En este caso tenéis varias situaciones en las que tanto los niños polacos como los niños españoles han intercambiado sus idiomas para hacerse más partícipe de esta experiencia. Nos ha encantado ver que a los niños polacos les interesa tanto nuestro idioma que hasta llevaban una guía con frases más útiles, ahí van.
Esperamos que disfrutéis.











viernes, 28 de septiembre de 2012

Polonia. Día 7. 28.09.2012


Nos hemos levantado con un doble sentimiento: alegría porque volvíamos a juntarnos con nuestros maravillosos amigos polacos disfrutando de sus clases en el colegio y tristeza porque empezábamos a vivir nuestro último día de Comenius en Polonia.
Al llegar al colegio hemos participado en la clase de inglés de Kasia. Había preparado un concurso en el que participaban cuatro equipos formados por alumnos tanto de Polonia como de España. Las pruebas han sido varias y todas en inglés: deletrear palabras, jugar al dominó con las horas, colocar el nombre de las partes del cuerpo en un esqueleto, escribir el nombre de personajes famosos, etc.




Después nos han invitado a la clase de los niños y niñas de infantil que estuvimos el otro día. Estaban haciendo motivos decorativos de otoño: erizos con hojas de árboles, setas con papel pinocho, jarrones en papel con plastilina, manzanas hechas con pasta de sal… Cuando nos hemos ido nos han regalado algunos para que se los llevemos a los niños y niñas de nuestro colegio.



Durante el tiempo de descanso entre las clases todos los niños y niñas del colegio se nos acercaban para despedirse de nosotros ya que era nuestro último día de visita. Para terminar la mañana hemos estado en una clase de matemáticas muy divertida, teníamos que resolver unos cuadrados mágicos en los que los números tenían que sumar la cantidad que nos decían en todas las direcciones, y después hemos hecho figuras con el tangram.



Hoy hemos comido una especie de rollito hecho con carne picada envuelta en una hoja de col y puré de patata, para postre nos han dado una galleta de chocolate.

Por la tarde nos hemos ido a un bosque donde los scouts tienen preparado un campamento. Allí hemos podido jugar al fútbol, al paracaídas, a bomba y a otros juegos que las maestras de Polonia habían preparado.







Para coger fuerzas nos habían preparado un plato típico polaco que realizan cuando salen de campo. Han encendido una hoguera y dentro de unas cazuelas especiales han puesto patata, salchicha, pimientos, panceta, remolacha y cebolla. Estaba riquísimo, también hemos podido asar salchichas en la hoguera con un pincho, parecido a lo que hicimos el otro día.




Una vez en el colegio nos ha costado mucho despedirnos de todos los amigos y amigas que hemos hecho en esta ciudad. Ha sido un momento emotivo lleno de abrazos y besos que nos han sentado genial.




Después de hacernos las maletas, darnos una duchita caliente y prepararnos la ropa de mañana, nos hemos ido a cenar con algunas maestras del colegio para despedirnos de ellas.
Nos vamos de este país con un muy buen sabor de boca: gente impresionante, lugares preciosos y experiencias que seguro nos gustará contaros a todos en persona y que no olvidaremos jamás.

jueves, 27 de septiembre de 2012

Polonia. Día 6. 27.09.2012

 Esta mañana nos ha tocado madrugar un poco más de lo habitual y el cansancio se va acumulando: nos tocaba excursión a Cracovia y a las minas de sal.


El autobús nos ha venido a buscar a las 8 de la mañana y hemos viajado durante una hora y media hasta la segunda ciudad más grande de Polonia: Cracovia. Allí nos esperaba el Babel Castle, que es un castillo en el que se combinan varios estilos arquitectónicos y donde vivían los reyes de Polonia, ya que hace 200 años la capital era Cracovia en lugar de Varsovia. Hemos estado en el patio central del castillo.





Ahora se puede ver una estatua de hierro del dragón y cada minuto suelta fuego por la boca.
Después nos han contado la leyenda del dragón y hemos paseado por su cueva. Dice la leyenda que un rey vivía en el castillo (Babel Castle) y todos los habitantes que vivían alrededor eran muy pobres. Debajo del castillo vivía un malvado dragón que se comía toda la comida de los habitantes. Estos estaban ya hartos y un zapatero decidió acabar con él. Envenenó una oveja y la dejó en la entrada de la cueva, cuando el dragón salió y la vio, se la comió. De repente le entró mucha sed y se bebió todo el río Vístula (que es el río que pasa por Cracovia), cuando acabó con toda el agua, explotó y murió. En agradecimiento, el rey le dejó al zapatero casarse con su hija, la princesa y vivieron en el castillo.


Después de realizar la visita turística por Cracovia hemos ido a pasear y a comprar regalos a la plaza principal donde hay un mercado de artesanía. Uno de los bares situado en esta plaza es el Café Málaga, así que nos hemos acordado de nuestros seguidores malagueños, así que Fer se ha hecho una foto en vuestro honor.



Hemos comido en un bonito restaurante de madera decorado con objetos tradicionales de la zona. El menú ha constado de carne con patatas y ensalada.



Por la tarde hemos ido a visitar las minas de sal situadas en Wieliczka. La guía hablaba castellano cosa que hemos agradecido. Para comenzar la visita hemos bajado por una escalera de madera 54 pisos (378 escalones) hasta la primera zona de la mina. Todas las paredes estaban cubiertas de sal y ¡las hemos podido probar!












En la mina también nos han contado una historia. Kinga era la hija del rey húngaro. Se iba a casar con un polaco y el rey como regalo de bodas le entregó una mina de sal. Ella, de camino a Polonia, tiró su anillo de prometida en un pozo. Una vez en Polonia excavaron y justo allí apareció, junto a la sal, el anillo que Kinga había tirado, por eso decidieron excavar y explotar esta mina.




Hemos podido ver varias estatuas hechas de sal, como la de Copérnico, que fue el primer visitante que tuvo la mina. También hemos podido utilizar la maquinaria de los mineros. Para poder subir los barriles de sal del fondo de la mina tenían una especie de torno que hacían girar.


Nos ha sorprendido mucho la gran sala donde se hallan varios motivos religiosos realizados en la pared. Nos han contado que el creador de esas obras era un minero autodidacta, le ofrecieron ser maestro en una escuela de arte y posteriormente volvió a tallar las dos últimas obras de su vida: La última cena (basada en el cuadro de Leonardo Da Vinci) y La aparición de Jesús a Tomás. Nos han contado que en esta sala se celebran bodas, conciertos y visitas especiales para peregrinos.




Para terminar con nuestra excursión y con motivo de que los alumnos y alumnas húngaros se marchan mañana, en el viaje de vuelta hemos repartido unos firmarios. Cada uno teníamos el nuestro y lo íbamos pasando para que todos nos pusieran sus direcciones de correo, de skype y alguna dedicatoria bonita.











Nos despedimos con un poco de pena porque mañana se van nuestros compañeros y es el último día que vamos a poder visitar el colegio y disfrutar de la compañía de toda esa maravillosa gente. También les hemos preparado a nuestros viajeros unas cuantas sorpresas.


Durante el trayecto a Cracovia hemos recogido alguna propuesta por parte de nuestros chicos y chicas: Pablo sugiere que las madres que nos vengan a recoger al aeropuerto vengan disfrazadas, nos sirve también el traje regional, las otras peticiones mejor no las ponemos en el blog.