viernes, 18 de mayo de 2012

Hungria. 6 dia. 18.05.2012

Llega el final de nuestro viaje, pero para nada el final del proyecto. Hoy viernes hemos desayunado en el hotel y a las nueve de la mañana estábamos en la fila de la taquilla de la estación de tren para sacar nuestros billetes de vuelta. A continuación nos hemos acercado de nuevo a la escuela de Edeleny, al edificio de infantil y primaria y ha dado la casualidad de que se encontraban en el recreo, momento que hemos aprovechado para dialogar con las maestras, y sobre todo, para jugar con los alumnos. Sito y Jorge han demostrado sus habilidades con el balón sobre el verde césped, mientras los chiquillos intentaban por todos los medios, incluso los ilegales, quitarles la pelota. Jesús ha charlado con las maestras de infantil, pero ha aparecido Facunda para jugar con los más pequeños. Facunda ha repartido sustos, canciones y besos a todos los que se acercaban a ella, y tras veinte minutos de recreo todo ha vuelto a la normalidad, los niños a sus aulas y nosotros a nuestra faena.
Antes de comer nos han enseñado unas cuevas, que son parque nacional y que se encuentran cerca de Edeleny. Allí mismo hemos comido al aire libre, ya que es el primer día que hemos visto el sol, y hace una temperatura muy agradable.
Rápidamente de vuelta a la escuela para realizar la última reunión de la semana, en la que preparar la próxima visita a Polonia.
Jugando a futbol en el recreo
Algunos de los niños del cole
Mas niños
Una de las maestras con los alumnos
Foto de grupo con algunos alumnos
Busca a los maestros entre los niños
Sito con una de las niñas
Jesus y Facunda
Jorge contando en Ingles con los niños
Visita a las Cuevas de Baradla
El director del colegio con varios de sus colaboradores

Hungria. Dia 5. 17.05.2012

Si el miércoles lo calificábamos como increíble, el jueves lo podemos definir como impresionante. Volvimos a madrugar para poder estar a las nueve en el cole, pero es que estamos a más de 25 kilometros de la escuela y por unas carreteras que da miedo verlas. Llegamos al edificio en el que están los cursos de secundaria. Pudimos entrar en todas las clases, hablar con chicos y maestros. También vimos las aulas de formación profesional como la de jardinería, peluquería e informática. Al rato nos trasladamos al edificio de infantil y primaria, donde, en un aula un poco más grande nos habían preparado una performance a base de cantos, bailes y poesías. A decir verdad nos emocionamos, porque lo habían preparado con muchísimo cariño, y se veía el esfuerzo que habían puesto. Al finalizar, jugamos un poco con ellos, pero no fue todo el rato que nos hubiera gustado, ya que había que ir a comer para ir a visitar al alcalde de la ciudad.
Comimos rápidamente y a las dos de la tarde saludamos al alcalde y le entregamos un libro con la historia del Casino de Huesca. Él nos contó lo mal que lo estaban pasando en la zona por el cierre de una fábrica que había dejado en el paro a 2000 personas de 11000 que viven en el pueblo. Insistió en la lucha contra la marginación de los gitanos y nos agradeció la visita, incluso nos permitió visitar el castillo de Edeleny, que en la actualidad se encuentra cerrado al público por obras.
Volvimos a la escuela y desde allí partimos con una buena parte del claustro de maestros a unas termas típicas de la zona donde pudimos dialogar con ellos acerca de la problemática que se da en su escuela respecto a la integración de la etnia gitana.
Una vez en el hotel, a dormir para ver con que nuevas sorpresas nos espera el nuevo día.
Alumnas de la clase de costura.

Los alumnos de secundaria en fila en el recreo antes de entrar de nuevo a clase.

Bailes y canciones tradicionales.

Alumnos varios despues de la actuación. Aparece Facunda por primera vez.

La representación de Huesca con el alcalde de Edeleny.

Iwonna, la maestra de Polonia, con el libro de recetas.

Visita al castillo.

jueves, 17 de mayo de 2012

Hungría. Día 4. 16.05.2012

Ayer fue un día increíble. Tuvimos que madrugar bastante para coger el tren que nos llevaría a Miskolc. Allí nos estaba esperando Istvan, el director de la escuela con un par de compañeros, y nos trasladaron al hotel. En escasos veinte minutos ya habíamos dejado las maletas, y de nuevo al coche para acercarnos hasta Edeleny. Este pueblo se encuentra a unos veinticinco kilómetros de Miskolc, y es una pequeña ciudad de unos diez mil habitantes, y que vive sobre todo de la agricultura. El paisaje nos sorprendió, ya que todo era verde y con frondosos bosques por todo el camino. Después de una breve comida llegamos por fin a nuestro destino, la escuela de Edeleny. Para nada tiene que ver con lo que nos imaginamos que podría ser la escuela. Situada casi en las afueras, rodeada por campos, nos encontramos con la silueta de una casa, o mejor dicho, lo que debío ser una gran casa, pero convertida en escuela. Nos llamó muchota atención el patio de recreo, que no era otra cosa que una impresionante alfombra verde de hierba, muy bien cuidada, que para ellos quisieran muchos equipos de futbol.
Por la tarde llegó el plato fuerte, la reunión en la que evaluar lo que se había realizado hasta el momento y comenzar a programar las próximas actividades del Comenius, entre ellas las visitas que se realizaran con alumnos a los diferentes países. Entre mezclando el polaco, el húngaro y el castellano, y como base el inglés, llegamos a acuerdos, que en algunos casos fueron muy trabajados y discutidos, pero tras tres horas de ardua reunión se cimentaron las bases para las siguientes actividades.
Para terminar el día, obsequiamos a la escuela de Edeleny con una maza de jamón, una longaniza y un queso de Radiquero, que agradecieron enormemente, y ellos nos agasajaron con una típica cena húngara a base de sopa de goulash y alitas de pollo en el comedor de su escuela.

 Foto en la entrada del colegio

Foto en la sala de profesores revisando acuerdos 

 Foto de las profesoras húungaras

Foto con Istvan, director del colegio 

Foto con Laszlo y su exquisito goulash

martes, 15 de mayo de 2012

Hungría. Día 3. 15.05.2012

Lo cierto es que ya nos estamos acostumbrando a levantarnos y ver que el tiempo no nos acompaña, nos pa-recía que el tiempo iba a ser mejor, pero como dice el dicho: ¡al mal tiempo buena cara!

Nada más levantarnos y desayunar hemos tenido una reunión en el hotel donde Gigi e Ilona, las "hungarian teachers", nos han contado lo que nos vamos a encontrar mañana cuando lleguemos a Edeleny. El gran gusanillo de la educación, que parecía latente, se nos ha despertado y de qué manera... El colegio húngaro tabaja con alumnos con dificultades económicas y sociales, siguiendo unos valores parecidos a los que que-
ría Don Bosco. Las explicaciones nos han impactado y estamos deseosos de llegar  Edeleny.

Esta reunión nos ha acercado mucho a los profesores húngaros y a la realidad de su colegio, mañana por la tarde estaremos ya allí y podremos ver de primera mano todo lo que nos han contado.

Por la tarde hemos visitado la plaza de los héroes y el monte de Gellért donde, después de una caminata     a pie, hemos visto la Estatua de la Libertad. Esta estatua fue levantada en 1947 cuando los húngaros se quitaron del dominio nazi.

Un poco de historia húngara nos ha servido para conocer algo más la realidad del país y entender mejor   así la forma de pensar y de actuar de nuestros nuevos compañeros. 

Brazo con brazo hemos estado dialogando, mientras volvíamos a casa, sobre la educación y las muchas po-sibilidades que nuestros alumnos tienen en la actualidad: ordenadores, a Internet, nuevas tecnologías...    todo un gran abanico de posibilidades que han de saber aprovechar para tener el mejor futuro posible. Mañana continuaremos con la conversación porque la hemos dejado a mitad... ¿el motivo? tenemos que levantarnos muy pronto para hacernos la maleta y coger un tren que nos lleve a Miskloc y de allí ir a Edeleny.

¡Muy buenas noches a todos!

lunes, 14 de mayo de 2012

Hungría. Día 2. 14.05.2012

El día amanece con mucho aire y frío. Nos llegan comentarios de que en Huesca hace bastante más calor mientras nosotros nos ponemos el abrigo para comenzar la mañana. Una vez más el día comienza con sorpresa, esta vez es que a las 11.30 de la mañana nos hemos sentado para comer y a las 12.30 ya habíamos comido. ¡Vaya diferencia con España!



Durante la comida y parte de la tarde hemos estado hablando y viendo las diferencias con el colegio que veremos el miércoles en Edeleny: son 600 alumnos y sólo 25 profesores, sólo hay un profesor de inglés y que están muy nerviosos por nuestra visita.

Puesto que hemos comido tan pronto la "tarde" nos ha cundido mucho: hemos visitado el Parlamento, hemos estado por la zona centro y hemos visto la catedral de san Esteban, hemos paseado por las montañas que rodean la ciudad y hemos bajado en telesilla, ¡ha sido toda una experiencia!

Foto en el Parlamento (no muy bien enfocada, jajaja)

Foto en la catedral de san Esteban

Vista de Budapest

Por la tarde nos ha llovido, tal y como nos habían avisado en el hotel (y no habíamos hecho mucho caso...), así que nos hemos tenido que refugiar en una cafetería donde hemos continuado hablando de nuestros colegios y nuestra labor docente. El tiempo se nos ha echado encima porque teníamos que salir a nuestro nuevo destino... la cena.

La cena también ha sido a una hora a la que estamos poco habituados: las 7 de la tarde. Lo cierto es que después de haber comido tan pronto ya teníamos un poco de hambre así que nos hemos embarcado (nunca mejor dicho) hacia la cena. Podríamos decir que la cena ha sido movida, y no por problemas entre los integrantes del grupo, sino porque hemos cenado en el Danubio... Sí, ya sabemos que el Danubio es el río que divide a la ciudad en dos partes, pero hemos cenado en un barco mientras un grupo de música nos ha deleitado, entre otras canciones, con el famoso vals del Danubio Azul. La cena nos ha servido para terminar de romper la posible vergüenza que podría haber entre nosotros y ya hemos roto a chapurrear, o a hablar, entre todos. Con más o menos fluidez o con más o menos ayuda, todos nos hemos hecho entender al intercambiar diferentes experiencias docentes de educación infantil, educación física o inglés, cada uno en nuestras áreas. Hemos visto que, como es lógico, hay diferencias entre nuestros países, pero también hay similitudes.

De vuelta a casa hemos aprovechado los tiempos de espera en el metro jugando al famoso juego de ninja (las clases de EP5 son especialistas), estamos deseosos de ver qué juego nos enseñan mañana nuestro amigos húngaros para poder jugar con vosotros cuando volvamos.



domingo, 13 de mayo de 2012

Hungría. Día 1. 13.05.2012

¡Por fin estamos en Budapest! Después de un viaje de 12 horas cargadas de grandes momentos y de encuentros insospechados aterrizamos en Hungría. La temperatura fue lo primero que nos llamó la atención, ¡pasamos de ir en camiseta de manga corta a casi necesitar un pequeño abrigo!


Al llegar al hotel nuestros amigos de Polonia nos estaban esperando. ¡Qué ilusión volver a verles! Después de una pequeña charla nos fuimos a dormir porque estábamos agotados...

La mañana del domingo ha comenzado con sorpresa: ¡nuestros amigos húngaros se han presentado por sorpresa en el hotel un día antes de lo que habíamos quedado! Desde su visita a España no habíamos visto a Marianna y volver a encontrarnos ha sido muy bonito, también hemos conocido a Istvan (director del colegio) y a Gigi, su profesora de inglés, con la que hemos hablado a menudo últimamente.

Después de las presentaciones hemos salido de la isla Margarita para adentrarnos en Pest. La ciudad de Budapest está formada por Buda y Pest, separados por el famoso río Danubio y nosotros nos encontramos justo en el medio. En Pest hemos comido y nos hemos dirigido al castillo de Buda donde había un festival. La pena ha sido que todavía estábamos muy cansados del viaje y nos hemos tenido que volver al hotel para recuperar fuerzas con una típica siesta española.


Por la noche hemos ido a un restaurante típico húngaro dónde no sólo hemos disfrutado de una suculenta cena sino de una gran ambientación con música en vivo. Al principio hemos tarareado canciones típicas de la zona, pero luego han tocado canciones españolas que, con más ilusión que entonación, hemos cantado.

Con claros signos de cansancio, nos despedimos hasta mañana. ¡Buenas noches!

(Por motivos de conexíón no hemos podido subir ninguna foto, esperamos poder ponerlas mañana)