La mañana del 24 de mayo daba
comienzo a un gran día por dos razones: era el día de Mª Auxiliadora y se daba
por finalizado el proyecto Comenius.
Por la mañana todos los alumnos y
alumnas de primaria junto con nuestros amigos húngaros y polacos realizamos
unos juegos tradicionales en el patio de recreo. Los niños y niñas estaban
organizados en grupos e iban pasando por las diferentes estaciones que había en
el recreo: varios juegos aragoneses y dos estaciones “extra” una con un juego
polaco y otra con un juego húngaro. Nos lo pasamos ¡genial!
A las 10.30h entramos a la
iglesia para realizar todos juntos la celebración. Allí entregamos algunas flores
para embellecer a María y alimentos no perecederos para ayudar a algunas
familias, además, estuvimos cantando y celebrando este gran día.
Después los alumnos y alumnas se
fueron a las aulas para pasar un rato divertido con los juguetes que habían
traído de casa para compartirlos con sus compañeros. Los chavales del Comenius
fueron pasando por las diferentes aulas y compartiendo con todos unos grandes
momentos.
Continuamos la mañana con el
famoso partido profesores-alumnos, en el que dejaron participar a algunos
chavales húngaros y polacos.
Por la tarde nos reunimos en el
teatro para realizar la tradicional demostración de los bailes que los alumnos
y alumnas preparan para esta fecha. A esta actividad se unieron los niños y
niñas de educación infantil, que también bailaron en el escenario. Algunos
polacos bailaron unas danzas tradicionales. Finalizamos la velada con un baile
común en el que se habían remezclado tintes húngaros, polacos y aragoneses.
Por la noche, y a modo de
despedida, una gran cena homenaje. Allí los chavales intercambiaron sus correos
electrónicos para seguir manteniendo el contacto y además se repartieron los
certificados propios del proyecto. Nos despedimos con muchísima pena de
nuestros amigos húngaros, que esa noche se pusieron rumbo a Madrid, y de
nuestros amigos polacos, que nos dejarían el domingo.
Esperamos que esta experiencia
haya calado muy hondo en los corazones de todos los que la han podido vivir de
cerca.
HA MERECIDO LA PENA TANTO TRABAJO
SOLO CON MIRAR LAS CARAS DE ILUSIÓN DE TODOS.